Trump propone deportar y encarcelar a ciudadanos estadounidenses en El Salvador, desatando alarma constitucional

El expresidente Donald Trump ha generado una fuerte controversia al sugerir que su administración está considerando deportar a ciudadanos estadounidenses condenados por delitos violentos para que cumplan sus penas en prisiones de El Salvador. Durante una reunión con el presidente salvadoreño Nayib Bukele, Trump afirmó: “Los de casa son los siguientes”, en referencia a ciudadanos estadounidenses, y pidió construir más cárceles en El Salvador para albergarlos.
Bukele respondió positivamente, indicando que su país está dispuesto a recibir a estos prisioneros a cambio de una tarifa. Actualmente, El Salvador alberga a cientos de personas deportadas desde EE. UU., muchas de ellas sin el debido proceso legal.
Expertos legales han calificado la propuesta de Trump como inconstitucional e ilegal. David Bier, del Instituto Cato, señaló que no existe ninguna ley en EE. UU. que permita deportar a ciudadanos estadounidenses o encarcelarlos en el extranjero . La Corte Suprema, en el caso Afroyim v. Rusk (1967), estableció que la ciudadanía estadounidense no puede ser revocada sin el consentimiento del individuo.
La fiscal general Pam Bondi ha evitado confirmar la legalidad de la propuesta, mientras que la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, indicó que la idea aún está siendo evaluada.
Organizaciones de derechos civiles, como la ACLU, han expresado su preocupación por las condiciones inhumanas en las cárceles salvadoreñas y advierten que esta medida podría sentar un precedente peligroso para los derechos de todos los ciudadanos.
La propuesta de Trump ha sido respaldada por algunos de sus aliados, como Elon Musk, quien la calificó como una “gran idea” . Sin embargo, legisladores como el senador Jon Ossoff han instado al gobierno a abandonar esta iniciativa, calificándola de “tragedia moral y legal”.
Este plan se enmarca en una serie de medidas más amplias de la administración Trump para endurecer las políticas migratorias y redefinir los límites de la ciudadanía y los derechos civiles en Estados Unidos.