Varones de Guayas ganan la lucha grecorromana y libre durante Campeonato Nacional U23; un técnico explotó contra jueces por decisión en final de los 130 kilogramos

Levantar la silla, lanzarla al piso y proferir improperios fueron algunas de las reacciones violentas del director técnico Eduardo Puente durante un momento de tensión que sorprendió a jugadores, directivos y aficionados. El incidente, ocurrido en medio de un encuentro clave para su equipo, dejó en evidencia la frustración del entrenador y generó una ola de críticas por su comportamiento en el banquillo.
El episodio tuvo lugar luego de una decisión arbitral que, según Puente, perjudicó gravemente a su equipo. Visiblemente alterado, el DT reaccionó de manera explosiva, golpeando con fuerza la silla y desatando una serie de gritos e insultos que no pasaron desapercibidos. Su actitud obligó a los asistentes técnicos a intervenir para calmarlo, mientras la afición observaba atónita el espectáculo desde las gradas.
Esta no es la primera vez que Puente protagoniza una escena de este tipo, ya que en el pasado ha sido señalado por su temperamento impulsivo en situaciones de alto estrés. Sin embargo, su reacción en este partido ha generado un debate sobre la importancia del control emocional en el fútbol profesional y el ejemplo que los entrenadores deben dar a sus jugadores y seguidores.
Tras el incidente, el club emitió un comunicado en el que lamentó la actitud del entrenador y aseguró que evaluará las medidas disciplinarias correspondientes. Mientras tanto, algunos seguidores han manifestado su respaldo a Puente, argumentando que su reacción fue producto de la pasión por el juego y la presión del momento, mientras que otros exigen sanciones y un comportamiento más profesional por parte del técnico.
Con este nuevo episodio, Eduardo Puente se encuentra en el centro de la polémica y enfrenta posibles consecuencias por su conducta. La directiva del equipo deberá decidir si toma medidas drásticas o si le brinda una nueva oportunidad, exigiéndole un mayor control de sus emociones en el futuro. Lo cierto es que este tipo de reacciones pueden afectar la imagen del club y el ambiente dentro del vestuario, lo que podría repercutir en el rendimiento del equipo en lo que resta de la temporada.